jueves, 22 de mayo de 2008

HOUDA, LUZ y yo en la bodega Castañeda de Granada

LA DIVERSIDAD ÉTNICA SALVADA POR LA UNIDAD DE GÉNERO
Me encanta comprobar como una comunicadora del Chad, una antropóloga colombiana y una periodista española son capaces de descubrir que en la diversidad está la riqueza. Cuando escuchas de primera mano a una compañera contarte mirándote a los ojos como las violaciones no se pueden denunciar si no hay tres personas que hayan sido testigos de ella, o cómo una práctica generalizada en Irak es obligar a una mujer a que se desnude delante de un foro público como escarnio, o el silencio sistemático e institucional al que se someten a millones de mujeres de todo el mundo, por no hablar de las 100 mujeres que anualmente están muriendon en España a mano de sus compañeros sentimentales, es cuando tomas conciencia de que no somos simples números. Cada una de nosotras lleva en sí misma una historia de discriminaciones interiorizadas que en la mayoría de los casos no somos capaces ni de detectar. De ahí la importancia de crear estas redes para sentir en los límites de la piel de nuestra compañera, los límites que acotan la nuestra.
Si dedicáramos el mismo esfuerzo a divulgar las semejanzas en vez de las diferencias, en todos los sentidos... ¡Qué distinta sería nuestra existencia!
OTRO MUNDO ES POSIBLE

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